Para nuestro modelo Caleuche estaba buscando una correa de reloj rústica y sólida. Quería algo que jugara con el aspecto de barco antiguo del modelo y del concepto de la leyenda del “Caleuche”. Al consultar con los proveedores, se hizo difícil coincidir con lo quería. Así que como todo en este emprendimiento, decidí probar y hacerla yo mismo por una primera vez.

La verdad es que sí tenía bastante experiencia como para desarrollar una correa de reloj, en conocerlas y saber de sus detalles, estilos y colores. Pero otra cosa es fabricarlas. Para eso me centré primero en educarme sobre el tema. Los distintos procesos de manufactura y las distintas herramientas que hay que usar. Si bien hay mucho que puedes improvisar, me di cuenta que teniendo las herramientas indicadas hace claramente la diferencia en términos de calidad y eficiencia. Así fue que compré los distintos utensilios para corte, pegado, lijado, hacer los orificios, el despunte, y un montón de detalles más que me fui enterando en el proceso. Tan fácil no era.

Una vez que supe los distintos pasos que requiere la fabricación de una correa de reloj, fui a lo primero que es encontrar los cueros. No fue muy simple, ya que era pandemia y las tiendas estaban cerradas. Había que llamar e ir directo a las bodegas a buscar los cueros. Igual más entretenido creo. Te paseas por entremedio de muchas opciones y te vuelves un poco loco con todo lo que se puede hacer. Así finalmente di con el cuero indicado, que es una especie de marrón oscuro desgastado con todo el aspecto de un cuero viejo como te lo imaginas en las botas de Jack Sparrow (o algo así).

Ya con el cuero en el taller, se viene el corte. Uno piensa que el corte es trivial, pero no. Hay que optimizar el corte para no desperdiciar material y además, ahorrar tiempo. Es entretenida la idea de hacer una, pero con 300 por delante como que se te viene el mundo encima y empiezas a darte cuenta que la tarea es súper ardua. Y que debería cobrarles más por el reloj, pero bueno eso es otro tema XD. Luego el corte no es sólo un corte, sino que hay que redondear y ahí el cuchillo ya no juega. Hay que recurrir a las herramientas especiales de despunte y redondeo de esquinas. Esto multiplicado por cada lado de la correa ya que para estas correas de reloj las hice dobles y además, rellenas. Rellenas con cuero también así que había que cortar mini pedazos de cuero…

Una vez todo cortado, viene el pegado. Cabe mencionar que el pegamento es súper importante y que el tema del tolueno sí es relevante. Primero por comprar rápido, usé un neo pren que no era Agorex, y al parecer sí venía con tolueno y después de 4 horas pegando el dolor de cabeza era insoportable….mareos incluidos. Pensaba que hoy en día todos los pegamentos vienen ya filtrados para la salud, pero no es así….así que al otro día a comprar Agorex y problema solucionado. Para hacer el pegado, primero hay que adelgazar algunas zonas. Sobretodo los pliegues y eso implica raspar la zona, cosa que toma tiempo y ensucia como loco. Usé un dremel, lo que ensució más, pero acortó los tiempos.

Una vez todo pegado, vienen las costuras. Para este modelo opté por los “stitches” o las mini costuras a los costados superiores. Se utilizan para apoyar el pegado y evitar la separación en las zonas de contacto con los postes del reloj. A su vez son decoración. Lo hice así más simple porque la opción de costura completa por alrededor del cuero la probé y queda bonita, pero creo que aún estaría cosiendo….El hilo que se utiliza es un hilo encerado especial para cuero. Para que pase con facilidad y a su vez es grueso para resistir los tirones. Las agujas también son especiales ya que deben ser más gruesas y largas para dar firmeza y traspasar el grueso del cuero. El nudo final es un arte también ya que hay que calcular que quede bien para el quemado con encendedor que lo sella.

Una vez las correas de reloj pegadas, se procede a despuntar los costados para que no queden tan toscas. Y luego viene una de las partes más difíciles que es hacer los agujeros. Es difícil ya que un error de alineación y se acabó la correa. Hacer que 7 orificios estén perfectamente en una línea es difícil y requiere práctica. Las correas estaban bastante gruesas y sólidas por lo que no era fácil hacer el hoyo y la posibilidad de correrse un poquito es alta. 300 correas por 7 hoyos son 2.100 orificios y ya salieron las ampollas en las manos a la número 1.000 XD.

Una vez los orificios terminados, se pude decir que la correa está casi al 80%. Luego viene algo mucho más placentero que es el sellado de los costados y el encerado. El sellado se hace quemando los bordes del cuero para que no se vea tan crudo y no empiece a gastarse por ahí. Con ayuda del dremel se aplica una crema especial que va puliendo un poco el cuero y lo alisa y deja más oscuro. Luego se aplica el encerado con una cera especial que humecta la correa para mayor durabilidad y le da el tono final y un aroma especial. A esta altura ya ves que el trabajo está casi listo, viendo ya cómo tomaron forma las correas.

Los últimos pasos son el grabado de la marca y poner las hebillas metálicas. Las hebillas es algo tedioso y toma tiempo ya que muchas veces el ancho de la correa hay que ajustarlo un milímetro para que quepa la hebilla. Es un trabajo artesanal y no es perfecto así que acá hay que agarrar otra vez el cuchillo o la lija según corresponda y sacar lo que sobre. Luego la parte final, grabar la marca con cautín por el lado interior, donde sí o sí vas a quemarte un dedo (o la pierna), pero ya ves finalmente el producto terminado con la marca y todo. Es el sello final que declara que la correa está terminada y que está lista para ensamblarla al reloj. Y bueno….ponerlas en los relojes es también bastante consumidor de tiempo, pero ya eso sí es lo último y trabajo finalizado!

Me tomó 3 meses…porque claramente no estoy a tiempo completo haciendo correas de reloj, hay que atender todo el negocio, pero fue algo placentero el hacerlas. Difícil, tedioso, duele la espalda, te marea el neo pren, te quemas los dedos, te cortas, etc, pero como todo, si no hay dificultad después tampoco hay satisfacción. Así que cómprenlas con el Caleuche! 🙂 Saludos!